En la parte alta de un pueblo milenario y de cuento, San Martín de Elines, entre vegas y montañas y a la distancia justa de la la colegiata románica, se erige distinguida y campesina esta vieja casona de labranza hoy convertida en un espacio para el deleite, la quietud y la ensoñación.Automatic translation
Original text available in:
Access: