Situado a muy poca distancia de la histórica Via Francigena, una de las antiguas rutas de peregrinaje a Roma, este hotel rústico está situado en un extenso parque con una elegante piscina. Enclavado en un entorno rural típico de la Toscana, el hotel es un espléndido ejemplo de la arquitectura clásica rural y está caracterizado por su mobiliario refinado. Su ubicación, cerca de la famosa ciudad del arte y los mercaderes de San Gimignano, hace que sea un magnífico punto de partida para descubrir la riqueza gastronómica y cultural de la zona. Cuando no esté paseando por el parque o relajándose con un aperitivo junto a la piscina, podrá asistir a clases de cocina local, degustación de vinos o a un curso de arte; el hotel organizará los cursos. El hotel dispone de 55 habitaciones repartidas entre 2 plantas con vistas al precioso parque y al patio.
Cómo llegar: