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El hotel Laminak refleja el espíritu tradicional del país vasco. Este pequeño hotel, una antigua granja del siglo XVIII reformada, está situado a los pies de las montañas, cerca de las playas de la costa vasca, de balnearios de talasoterapia y campos de golf. Aprecie los diferentes colores de las estaciones, disfrute de horas tranquilas de pesca, la naturaleza de este país es exuberante. El equipo del hotel hará que su estancia sea lo más placentera posible. Saboree el delicioso desayuno en un ambiente de paz y tranquilidad. Vistas panorámicas desde la terraza y el mirador.Automatische Übersetzung Original Text verfügbar in:
On top of the hill: The Laminak keeps its native spirit: that from the Basque Country. Situated at the foot of the mountains, near the beaches, the Thalasso Spa centres and the Golf courses of the Basque coast, we will make your stay a very pleasant one, in our small hotel, a converted XVIII century farmhouse. Appreciate the colours of the changing seasons, enjoy quiet hours of fishing, this country is blessed by nature. You will take away warm memories of delicious breakfasts served in the cool of the morning and of holidays in peace and tranquillity. Panoramic view from the terrace and the veranda.
El hotel Laminak refleja el espíritu tradicional del país vasco. Este pequeño hotel, una antigua granja del siglo XVIII reformada, está situado a los pies de las montañas, cerca de las playas de la costa vasca, de balnearios de talasoterapia y campos de golf. Aprecie los diferentes colores de las estaciones, disfrute de horas tranquilas de pesca, la naturaleza de este país es exuberante. El equipo del hotel hará que su estancia sea lo más placentera posible. Saboree el delicioso desayuno en un ambiente de paz y tranquilidad. Vistas panorámicas desde la terraza y el mirador.
Du haut de la colline, les Laminak contemplent leur terre natale: le Pays Basque. Située aux pieds des Montagnes, à proximité des Plages, des Centres de Thalasso et des Golfs, il fait bon vivre dans notre ancienne ferme du XVIIIème siècle reconvertie en hôtel de charme. Les couleurs chantent les saisons, la nature est accueillante et la pêche sereine est abondante. On garde alors en mémoire les moments chaleureux des délicieux petits déjeuners servis dans la fraîcheur du matin. Les vacances respirent la Paix et la Tranquilité.