Esta pequeña mansión del s. XVIII alberga un genuino oasis de paz. Colores cálidos, chimeneas para el invierno, vistas a un patio y todo el confort para crear un ambiente acogedor e íntimo. Las habitaciones, cada una con un toque personal, tienen mucha luz y la decoración es exquisita, con un mobiliario elegante, baños totalmente equipados y una preciosa terraza privada en algunas de ellas. Todas las habitaciones están equipadas con aire acondicionado, televisión de pantalla plana y conexión inalámbrica a internet de gran velocidad.
Cómo llegar: