Antigua casa de labranza convertida en un hotel rural, enclavada en una zona elevada que lo convierte en un auténtico mirador de la bahía de Finisterre para disfrutar de unos amaneceres y puestas de sol únicos. A cinco minutos de la Playa más hermosa de Finisterre, mar de Fóra. En la más absoluta tranquilidad, este edificio de más de 100 años sigue respetando la esencia de este tipo de casas de labranza que predominan en la zona. Unas habitaciones rústicas acorde con el entorno y unos deliciosos desayunos con productos típicos de la zona como filloas o su famoso pan do bolo, harán de su estancia un verdadero deleite. Además de disfrutar de todo este paraíso lleno de calma y de bellas playas, hay una visita obligada al Faro de Fisterra a tan sólo cinco minutos.
Cómo llegar:
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Agosto/2010 Una persona de tarragona piensa: